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domingo, 1 de octubre de 2023

Sistemas educativos

"EL ESTADO DE LA EDUCACIÓN" 





Tras la lectura de ambos recortes de periódico, nuestro grupo de trabajo se centró más en la reflexión sobre cómo recuperar el valor de las “humanidades” 


En un mundo en el que se le has dado y se le sigue danto gran importancia al conocimiento científico matemático, considerándolo como más valioso y mayor poseedor de empleabilidad que otras disciplinas como pueden ser Derecho, Trabajo social, Letras hispánicas, Pedagogía, Filosofía, Arte...entre otros.  


Si bien es cierto que esta devaluación de las humanidades en pro de las disciplinas STEM viene dado a que se atribuye, a las primeras, como “menos relevantes en un mundo cada vez más tecnológico. Ahí descasa, bajo nuestro punto de vista, el primer sesgo. En primer lugar, porque las humanidades son aportan ese “factor humano”, entendido como la importancia de las personas, sus habilidades, conocimientos, comportamientos y decisiones en una situación dada.  


Las humanidades desempeñan un papel fundamental la formación de ciudadanos críticos, la comprensión de la cultura y la historia, la comprensión de la condición humana y la promoción del pensamiento creativo, la conciencia social y con el medio ambiente, y la empatía. 


La devaluación de estas disciplinas puede tener efectos negativos en la sociedad en términos de comprensión, resolución de problemas y toma de decisiones informadas. Por lo tanto, es esencial reconocer la importancia de las humanidades y encontrar formas de promover su relevancia en la educación y la sociedad en general, ya que nos permite construir una sociedad equilibrada y rica en perspectivas.  


Tras la reflexión grupal y puesta en común, algunas medidas para recuperar el valor de las “humanidades”, podrían ser las que presento en la siguiente imagen: 






Comparación del sistema educativo neerlandés y español 

 

Sistemas educativos 

Generalidades 

Centro del aprendizaje 

Rol del profesor/a 

Rol de las TICS 

Objetivos generales 

 

Holandés 

Flexible y centrado en el estudiante 

Alumno: orientada a sus necesidades y formación  

Guía el proceso e-a 

Acceso al contenido multimedia y herramientas digitales 

Fomentar la colaboración y la independencia del estudiante 

 

Español 

Complejo y descentralizado. Diversidad cultural 

Alumno: orientada al desarrollo de competencias 

 

Papel central en la transmisión de conocimientos 

Acceso a la  información, facilitar la enseñanza y el aprendizaje personalizado 

Desarrollo integral de los estudiantes 

 

Tras un análisis de ambos sistemas educativos y junto con mi experiencia docente en ambos, he elaborado esta tabla comparativa en la que he querido resalar algunos aspectos clave que definen a cada uno de los sistemas. 


En primer lugar, la primera diferencia que puedo encontrar entre estos dos países es la edad en que los alumnos empiezan la escuela. En Holanda la educación primaria es obligatoria desde los 5 años hasta los 12 años y en España es desde los 6 hasta los 12 años. Otra diferencia tiene que ver con la agrupación. En España los grupos de clases se hacen según la fecha de nacimiento. En los Países Bajos, la mayoría de las escuelas primarias están agrupadas por edades, pero hay escuelas que tienen grupos de edades mixtas o agrupan a los niños según su nivel de desarrollo. Además, en Holanda los colegios tienen más libertad para organizar la jornada escolar, en España los horarios están muy definidos: 5 días completos (lunes-viernes), 5 horas/día, 5 lecciones de 50 minutos con 2 descansos (30 minutos al mediodía). aprox. y la pausa para el almuerzo) 

Por otro lado, en los Países Bajos los profesores están muy preocupados por el uso de las TIC. Tienen pizarra electrónica y la escuela tiene, en promedio, un ordenador por cada cinco alumnos. En España se habla de la necesidad de integrar las TIC en las aulas en todos los ámbitos curriculares, pero aún no se lleva a la práctica. Es común tener en las clases pizarras interactivas, pero en pocas ocasiones se dispone de dispositivos para los estudiantes. En lugar de esto, tenemos lo que llamamos “aula de informática” para uso de todo el centro. 


En cuanto a la evaluación de los alumnos, al igual que en España, en los Países Bajos la evaluación de los alumnos se realiza tres veces al año. Pero en España no existe un sistema de seguimiento obligatorio y no es habitual recopilar información sobre el desarrollo social y emocional de los alumnos ni su nivel de motivación. En España no existe ningún tipo de test “Cito”, en el último año de escuela primaria, la prueba denominada Cito Eindtoets Basisonderwijs es tomada para ayudar a escoger el nivel apropiado de formación secundaria. Éste podría ser un buen método para determinar qué tipo de educación secundaria será el más apropiado para cada alumno.  


Otra similitud entre estos dos países es que los alumnos se someten a una prueba de diagnóstico que mide sus habilidades básicas en lenguaje, aritmética y matemáticas, y sus habilidades de estudio. Una de las cosas que me impresionó es que aquí hay una reunión con padres en la que los padres pueden ver los ejercicios de sus hijos y discutir su progreso con sus profesores. En España también hay reuniones cada trimestre, pero los padres no se implican de esta manera en el aprendizaje de sus hijos. 

  

Por otro lado, otra discrepancia entre estos dos sistemas y que considero como una fortaleza del holandés, es el hecho de la existencia de diferentes tipos de escuelas que organizan su enseñanza según una teoría educativa particular (escuelas Montessori, Freinet, Dalton, Jena Plan). En cambio, en España esto es muy difícil de llevar a la práctica en la escuela pública, debido a la inestabilidad del profesorado principalmente. 


En resumen, creo que en general en Holanda los colegios tienen más libertad para tomar sus propias decisiones y organizar la jornada escolar como quieran según sus propias necesidades y características, sin embargo, en España no ocurre de igual modo. En España el gobierno y las Administraciones Educativas determinan y establecen muchas directrices en las que poco pueden decidir los centros, aunque su creciente autonomía les deja un pequeño margen de acción. 

 

Os dejo a vuestra disposición en enlace a una presentación que habla de la diferencia de estos dos sistemas de donde he extraído la tabla que muestro a continuación. Data de 2015, tal vez un poco desactualizada, pero a grandes rasgos conserva la esencia que todavía tienen ambos sistemas educativos. 

 

 

  

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